El daño irreparable de Weinstein al mundo de la moda (que no pagará ni su millonario divorcio)
El productor cinematográfico Harvey Weinstein y su esposa, Georgina Chapman, han alcanzado un acuerdo de divorcio. Horas después de que se saliera a la luz el escándalo de abusos sexuales sistemáticos, un caso que ha marcado un antes y un después en Hollywood, la diseñadora de Marchesa adelantó su intención de separarse de su marido.
Teniendo en cuenta que el patrimonio de la pareja, que se casó en 2007 y tiene dos hijos en común, oscilaba entre los 15 y los 20 millones de dólares, no es de extrañar que el acuerdo de divorcio se traduzca en altísimas cifras. Según ha informado Page Six, el productor de Hollywood deberá pagar unos 20 millones de dólares a la británica. Además de esta millonaria cantidad de dinero, Chapman se quedará con la casa del West Village y de la paradisiaca playa de los Hamptons. La custodia de los dos hijos del matrimonio, de 7 y 4 años de edad, también será para la diseñadora.
En pleno estallido del ‘caso Weinstein’, y después del duro testimonio de algunas estrellas, como Salma Hayek, Gwyneth Paltrow o Angelina Jolie, también se ha conocido que, antes de pasar por el altar, la pareja firmó un polémico contrato prenupcial, en el que el productor se comprometía a pagar a su esposa 300.000 dólares por cada año de matrimonio.
Harvey Weinstein y Georgina Chapman en la 68 edición del Festival de Cine de Cannes. / Gtres
La realidad es que, desde The New York Times sacara a la luz el caso que ha conmocionado a la industria más poderosa del mundo, Georgina Chapman se ha convertido en una víctima más y no solo porque su marido fuera el protagonista de los abusos sexuales. Además de acoso y abusos, Weinstein también presionaba a las actrices para que apostaran por los vestidos de Marchesa, la firma de su mujer, para deslumbrar en las ‘red carpets’ y la marca ha recibido el rechazo por parte del ‘star system’ en solidaridad con las víctimas. Son muchas las actrices que han acusado a Chapman de ‘cómplice’ y, por consiguiente, se han negado a vestir diseños de la marca que la británica fundó en 2004. ¿Una muestra? Su total ausencia en la 75 edición de los Globos de Oro.
Así, con el acuerdo de divorcio resuelto, y tras ser despedido de la compañía de cine independiente que fundó y expulsado de la Academia de Hollywood, Harvey Weinstein continúa pagando las consecuencias de sus actos, mientras las propuestas de Marchesa volverán a inundar la pasarela de la New York Fashion Week el próximo mes de febrero en un desfile que, seguro, no estará exento de polémica.
Aún por ver si Marchesa conseguirá reflotar, recuperar la confianza y lavar su imagen, lo que sí es seguro es que los 20 millones del acuerdo de divorcio no compensan el gran daño sufrido la firma de moda.